Alternativas al famoso y demandado Camino Inca

abril 3, 2021

Alternativas al famoso Camino Inca que culmina en Machu Picchu

El Camino Inca a Machu Picchu es una de las grandes aventuras del turismo mundial que nadie quiere perderse: profundos valles frondosos, nevados gigantes que aparecen y desaparecen, envueltos en las nubes, y ciudadelas perdidas que perduran en el tiempo, entre la vegetación y la neblina de montañas boscosas. Caminar por esta ruta por sendas empedradas, siguiendo un camino sagrado que permaneció oculto durante siglos es, sin duda, una experiencia imperdible para cualquier viajero. 

Durante todo el año (excepto en febrero, cuando se cierra el Camino Inca para trabajos de mantenimiento y conservación medioambiental), los operadores autorizados de Cusco organizan grupos para recorrer esta ruta milenaria. Pero en los últimos años la demanda ha sido desbordante. Los viajeros han tenido que reservar plaza con varios meses de antelación, hasta para la temporada baja, e incluso si se opta por la ruta corta de dos días.

Felizmente, existen alternativas en la misma región de Cusco, donde las empresas de turismo locales ofrecen muchos caminos para el senderismo que la industria turística peruana busca promocionar. En Perú, los principales centros de senderismo incluyen Arequipa, en el sur, y Huaraz en el norte. 

Pero la gran mayoría de los excursionistas llegan a Cusco para caminar, porque además de rutas de trekking increíbles, la región de Cusco ofrece también el incomparable legado de la cultura inca, y de la época virreinal del país, en la forma de sitios arqueológicos, iglesias, casonas, museos, y su animada cultura viva. 

Una alternativa al Camino Inca clásico, que transcurre por encima del Valle Sagrado de los Incas, es Lares, un itinerario de varios días hacia pintorescos pueblos andinos, con viaje en tren a Machu Picchu incluido (desde Ollantaytambo hasta Aguas Calientes). Se puede acceder a esta ruta alto andina desde la ciudad de Cusco. 

Otra ruta cusqueña es la del nevado Salkantay. Son cinco jornadas que llevan al caminante desde valles subtropicales hacia páramos andinos por encima de los 4700 metros de altura. Una versión de esta ruta lleva al viajero hasta Machu Picchu, pasando por el pueblo típico de Santa Teresa.

Y desde la ciudad de Cusco, otra alternativa al demandado Camino Inca es la espectacular caminata alrededor del nevado Ausangate, una ruta que ofrece paisajes andinos salpicados de diminutas aldeas típicas que no han cambiado en siglos, y el avistamiento de manadas de alpacas. El Ausangate es el pico más alto del sur de Perú, visible desde Cusco cuando el cielo andino está despejado. Lleva entre cinco y seis días completar el circuito que circunda las faldas de la montaña, por una ruta desafiante que atraviesa una serie de abras, llegando a más de 5000 metros sobre el nivel del mar.

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